En 1966, mi padre fundó Electrical Services con un objetivo en mente: brindar excelentes servicios eléctricos que cumplieran con los más altos estándares de calidad. Desde ese día en adelante, nunca se conformó con menos. Porque la electricidad importa, y también lo es la forma en que tratamos a nuestros clientes.
La política que inició mi padre es la que seguimos hoy. Nunca cobramos hasta que el cliente esté completamente satisfecho. Esto significa que nuestros clientes nunca tienen que preocuparse por la calidad: saben que es nuestra máxima prioridad.
Se trata de servicio y de asegurarnos de que se sienta seguro con su elección y sepa que está obteniendo la solución más segura del sector. Nos enorgullecemos de nuestro trabajo y tratamos cada trabajo como si fuera nuestro propio hogar u oficina. Nos preocupamos y se nota.